Varios países y ciudades han reconocido explícitamente el papel de las empresas de la ESS para ofrecer ciertos servicios sociales a la comunidad, a menudo complementarios a los servicios públicos o privados, por ejemplo: la integración socio-laboral de las personas en riesgo de exclusión social o con discapacidad. Estos servicios son especialmente importantes en un contexto de transición demográfica que implica cambios significativos en la demanda de cuidados y servicios a la que el Estado no siempre es capaz de hacer frente. Los objetivos y las formas específicas de las medidas adoptadas por estos gobiernos tienen un efecto de base en las empresas de la ESS de sus respectivos territorios y en su impacto en la comunidad.
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Diversidad cultural
La diversidad cultural representa a la vez un reto y un recurso inestimable para cualquier ciudad. Cuando es reconocida formalmente, esta diversidad se convierte en un motor de desarrollo económico, social y cultural, ya que multiplica las formas y sinergias de la participación ciudadana. La ESS, al trabajar en pro de las capacidades de las comunidades y fortalecer así la participación ciudadana en los territorios, no sólo desempeña un papel clave para la cohesión social en un contexto de diversidad cultural, sino que además contribuye a poner en valor los beneficios esta diversidad. En este sentido, es el aliado natural de los gobiernos locales que también buscan la implicación y el intercambio entre todos los actores culturales del territorio.
Inclusion social y accesibilidad
La ESS es un socio fundamental para los gobiernos de las ciudades a la hora de asegurar que éstas sirven a todas sus comunidades: a través de la inclusión de personas en situación de marginalidad, de la acogida de inmigrantes o, entre otros, asegurando que la ciudad sea accesible para las personas con pérdida de autonomía o con una discapacidad. En efecto, la ESS ofrece prácticas que permiten que las comunidades puedan hacerse cargo de sus propias necesidades, y opera en gran número de sectores para ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles a problemas sociales complejos. De esta manera, la ESS favorece la inclusión y ayuda a fortalecer los lazos sociales, contribuyendo a la seguridad en ciudades y barrios.
Reconocimiento de la economía informal
La economía informal comprende actividades económicas que pueden implicar a gran parte de la comunidad de un territorio dado, y prestar servicios básicos, como la gestión de residuos, la reutilización o el uso compartido de objetos, o los servicios de cuidados a domicilio. Siempre teniendo en consideración la diversidad y complejidad de la economía informal, la ESS a menudo desempeña un papel clave en el reconocimiento oficial de estas actividades. Esto tiene un impacto positivo a diferentes niveles: permite a los municipios servir mejor a sus poblaciones objetivo y aumentar sus ingresos en forma de impuestos, al tiempo que garantiza la estabilidad económica de las personas que trabajaban en la economía informal. En ciertos contextos, salir de la economía informal también significa asegurar un trabajo decente a las comunidades implicadas, entre otras los inmigrantes, y favorecer su inclusión social.
Cultura, ocio y turismo
Las iniciativas culturales y de ocio reflejan las ideas, la identidad e intereses de los habitantes de un territorio. Las empresas de turismo social, bien arraigadas localmente, contribuyen entre otros a hacer estas iniciativas más atractivas para los visitantes, ya que ponen de manifiesto una realidad local en particular. Cuando los gobiernos locales dan soporte a la ESS en la cultura, el ocio y el turismo, no sólo ayudan a garantizar una parte esencial de la calidad de vida de sus ciudadanos y promueven la cultura local, sino que también fortalecen herramientas de inclusión y diferentes vías de cohesión social y cultural adaptadas a su territorio.