La ESS es un socio fundamental para los gobiernos de las ciudades a la hora de asegurar que éstas sirven a todas sus comunidades: a través de la inclusión de personas en situación de marginalidad, de la acogida de inmigrantes o, entre otros, asegurando que la ciudad sea accesible para las personas con pérdida de autonomía o con una discapacidad. En efecto, la ESS ofrece prácticas que permiten que las comunidades puedan hacerse cargo de sus propias necesidades, y opera en gran número de sectores para ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles a problemas sociales complejos. De esta manera, la ESS favorece la inclusión y ayuda a fortalecer los lazos sociales, contribuyendo a la seguridad en ciudades y barrios.