Cada día, los ciudadanos desarrollan iniciativas en respuesta a necesidades y aspiraciones emergentes o no satisfechas en diferentes ámbitos: el inmobiliario, la planificación de espacios verdes, el compartir recursos, la transferencia de conocimientos, etc. De esta manera, los ciudadanos se posicionan como actores del cambio social. El reconocimiento y el apoyo de los gobiernos locales a estas innovaciones sociales aseguran su sostenibilidad y su impacto. Por su parte, el movimiento de la ESS también tiene un papel en la misma línea, a través de la movilización comunitaria y las herramientas de gestión colectiva.