En Quebec, más del 60% de las nuevas cooperativas constituidas toman el estatuto de cooperativas de solidaridad. Una de sus características es la capacidad para asociar a distintos tipos de actores en vez de contar con un sólo estatuto de socio como lo son las cooperativas de consumidores. Este modelo organizacional resulta muy atractivo cuando se trata de ofrecer servicios de proximidad que requieren una mobilización de la sociedad civil. En Quebec, una municipalidad no puede ser miembro de una cooperativa, excepto en las cooperativas que se encuentran en el sector de la energía eólica. Esta prohibición no impide sin embargo a las municipalidades colaborar con estas cooperativas.
Se expondrá el caso de la cooperativa de solidaridad Les 4 pôles, con miembros corporativos e individuales. Por último, ¿podemos identificar formas para mejorar la gobernanza y crear innovaciones organizativas para estas cooperativas?

El taller permitirá conocer mejor el potencial y los límites de las Sociedades cooperativas de interés colectivo (SCIC) de Francia en el marco de la colaboración entre municipio y sociedad civil. Las SCIC son ahora más de 500 y se extienden a todos los sectores. Abiertas a todo tipo de socio, incluso al sector público, las comunidades tienen la posibilidad de responder de manera colectiva a una necesidad social. El estatuto SCIC permite a una municipalidad ser miembro pero sólo el 30% de las SCIC cuentan entre sus miembros con autoridades territoriales.
La SCIC Solidarité Versailles Grand âge, que se presentará, es una plataforma de servicios para la tercera edad creada por la ciudad y que cuenta con diferentes categorías de socios: empleados, beneficiarios, autoridades públicas y toda persona física o jurídica (por ejemplo, el centro hospitalario del municipio).

En Italia, las cooperativas sociales (más de 10.000) están presentes en la inserción al empleo y los servicios sociosanitarios. La adhesión de una municipalidad a una cooperativa podría plantear preguntas sobre el plan de gobernanza, por ejemplo, en la asignación de contratos (potenciales conflictos de intereses) o funcionamiento del consejo de administración .El caso de Italia muestra que otras formas de colaboración son posibles, como la co-programación con el fin de reglamentar las relaciones de colaboración e implementar la función social de los poderes públicos.
El Consorzio Sol.Co Città Aperta, que se presentará, es un consorcio de cooperativas de la provincia de Bérgamo. El consorcio invierte en servicios relacionados a diversas áreas y grupos específicos (familias/niños/jóvenes, salud mental, acceso al trabajo, medioambiente, etc.) Estos servicios pueden ofrecerse en los mercados públicos o sobre la base de iniciativas privadas.

El Chantier de l’économie sociale tiene como objetivo la construcción de una economía plural cuya finalidad es servir a la comunidad y la defensa del bien común, directamente ligada a las necesidades y aspiraciones de los colectivos. Las empresas de economía social garantizan el control colectivo y perpetúan la vitalidad económica, social y cultural de las comunidades.

La misión del Chantier es promover la economía social y participar en la democratización de la economía, fomentando un modelo de desarrollo basado en la solidaridad, la igualdad y la transparencia.

Las directrices de la organización son variadas:  organizar distintos grupos de interés y socios de la economía social a nivel regional y nacional; promover la economía social como un medio de cambio social y económico; crear condiciones y herramientas favorables para la consolidación, la experimentación y el desarrollo de oportunidades y proyectos nuevos; y participar en la construcción de alianzas con otros agentes socioeconómicos y movimientos sociales a favor de este modelo de desarrollo, incluyendo el nivel internacional.