Las ciudades que se implican en el desarrollo de servicios de transporte público activo, facilitan algo más que la movilidad a los ciudadanos. Promueven los desplazamientos locales, con lo que favorecen la creación de enlaces y el acceso a los recursos del territorio, contribuyen a un entorno menos contaminado y a la creación de zonas peatonales, afianzando el desarrollo de actividades económicas y sociales locales. En este contexto, muchos de los nuevos servicios desarrollados son el resultado de movimientos ciudadanos que responden de forma innovadora a necesidades específicas no cubiertas por los servicios existentes. La ESS ayuda a organizar y llevar a cabo estas iniciativas y garantizar su sostenibilidad.