Todas las ciudades mantienen necesariamente múltiples vínculos con el territorio más amplio en el que se ubican. Por un lado, los actores rurales pueden depender en parte de las ciudades para algunas acciones, como la transformación y comercialización de sus productos. Por otro lado, las ciudades dependen de las zonas rurales para bienes y servicios esenciales, como la producción de alimentos. Igualmente, el éxodo acelerado de las zonas rurales en varias regiones refleja un desequilibrio perjudicial, tanto para las ciudades como para las zonas rurales. En este contexto, la solución para el desarrollo de las ciudades pasa necesariamente por un desarrollo adecuado de las zonas rurales. Las empresas de la ESS que promueven circuitos cortos y relaciones económicas basadas en la comunidad, contribuyen a que los vínculos entre las zonas urbanas y rurales sean constructivos para el desarrollo económico y social de todos los territorios, sean rurales o urbanos.